Mi historia no tiene nada de especial. Es un clásico, ya se sabe Gata conoce a Vikingo en Gatolandia. Ronronean un tiempo y mientras deciden si semejante ronroneo no resultará peligroso para su propia identidad, el tiempo pasa.
Aunque Gata tiene siete vidas no se trata de desperdiciar la actual a lo tonto, así que Vikingo en un alarde de valentía sin duda alentado por su herencia genética, le “vende” a Gata las bondades de Vikingolandia. Gata, previo pacto de sangre, se lía la manta a la cabeza y sabiendo que se deja una de sus vidas al abandonar su adorada Gatolandia (a la que desde luego piensa volver) confía en que la aventura merecerá la pena.
De esto hace ……mucho tiempo, más del esperado inicialmente. Gata ha intentando adaptarse al mundo vikingo, tarea no tan fácil como se imaginaba, idioma vikingo aparte, lo que le ha llevado a aprender mucho de los vikingos , de los gatos y sobre todo de ella misma.
Entre tanto, el ronroneo trajo consigo una nueva especie, Gatoking@, de la que en la actualidad corren dos ejemplares por la casa. La naturaleza que es muy sabia, ha repartido equitativamente los genes, Gatoking@s, son físicamente muy Gat@s.
Querida gata sigue siendo gata y con sentido del humor, me ha gustado mucho, retrata tu personalidad, adelante
Gracias 😉 Adelante, siempre adelante! Un beso